¡Saludos, patitos! Sean bienvenidos a una nueva dinámica del evento Dr. Ortography. En esta oportunidad mediremos tu compresión lectora, puesto que en el siguiente cuento se podrán encontrar ciertas faltas ortográficas, si eres capaz de encontrar la mayoría, te debes dirigir hacia nuestra página de Facebook > 'LUFantasie' clic aquí para dirigirte hacia ella, y comentar en escala numérica cuantos errores pudiste encontrar. Si aciertas, podrás obtener la segunda placa de participación, reto y más recompensas... No obstante, si eres el primero en portar todas las placas de nuestra dinámica podrás obtener una prenda LTD a elegir. ¡Muchísima suerte!

Patos en el cielo

Autora: Struthion

En una noche estrellada de verano, en los jardines de mi casa se podía oír entre los grillos y los sapos, un sonido suave pero extraño para mí. Cua… cua… No le presté atención, seguí acostada en mi manta colocada en el césped, pues pensé que era algún insecto de la noche y las estrellas me invitaban a seguir mirando su resplandor, era semana de lluvia de estrellas. Cua… cua… ¿Qué será? Me pregunté por última vez hasta que decidí buscar la fuente del sonido. Crusé el césped más alto, pisé ramitas de árboles y alumbré con mi celular las hojas secas y las florecitas entre la hierba. Cua… cua… el sonido disminuía, pero finalmente lo encontré. Dentro de un hueco en la tierra, rodeado de polbo y piedritas blancas, lo observé. ¿Podría ser esto…? ¡Un pato! ¡Un pato bebé! Y no sólo eso… ¡Un pato… ¿de metal?! Tomé al pequeño pato entre mis manos y con mis dedos lo tanteé, sonaba exactamente como el metal, aunque por fuera era común y corriente. ¡Qué buena imitación! Pensé. El pequeño pato comensó a hacer un ruido extraño, como una computadora sobrecalentada, y de repente, de sus ojos salió una fuerte luz amarillenta. Lo dejé caer al suelo abruptamente. De su boca salía una voz chiyona diciendo: “Misión “Mensaje del Futuro” ha sido puesta en marcha.” ¿Misión? ¿Del futuro? ¿Qué clase de juguete es este y por qué calló en mi jardín? El sonido cesó y la luz se apagó, volvía a parecer un pato real. “¡Ey, tú! Sí, tú, la chica de pelo gracioso.” Mi pelo no es grasioso, pensé, ¿o sí? Aunque espantada por la surrealista situación, el pato en realidad, se veía tierno. “No saldrás corriendo ¿verdad? ¿sabes lo loca que sonarías? ¡Miren, un pato robótico que habla sobre el futuro!” Se rió. “¿Qué… eres?” Tartamudeé desconsertada. “Pues un pato. ¡Oh! Cierto, los humanos de este tiempo tienen otro concepto de lo que es un pato. Bueno, soy un cyborg-pato, aunque mi composición orgánica es sintética y mi mentalidad es inteligencia artificial basada en la mente umana.” Podía notar destellos en sus ojos, como cristales. “Ah, ajá. Esperas que crea todo eso.” Alguien me debe estar jugando una broma, pensé, aunque no conosía una tecnología tan realista como esta.“Tengo un mensaje del futuro.” Dijo, en un tono más serio y misterioso. “En 2093 los patos dejarán existir. A este evento se le llamará: La desaparición de los patos. De un día a otro: ¡Puf! No patos.” Caminaba de un lado a otro con sus patitas mientras el viento mobía los suaves pelos de sus plumas. “Aunque las consecuencias fueron catastróficas, la umanidad ha logrado sobrevivir. Pero algunos creen que esto no se podrá mantener así por mucho más tiempo, fue por eso que en 2130 tras largos intentos fallidos, ajentes que no volvieron y consecuencias de acciones del pasado que agravaron la situación, los viajes en el tiempo vieron por fin el éxito. Y esta es mi misión, este es mi mensaje. Comenzó a sacudir sus plumas asta que de ellas salió un pequeño cubo de metal. En cuanto tocó el suelo, absorbió las partículas de tierra hasta formar una caja metálica del tamanio de una pelota de rugby. ¿Podría ser todo esto real? No había, definitivamente, una tecnología como esta. “Ábrela.”

Una sonriza se formó en las comisuras de su pico. Me debatí un poco antes de tocar la caja, pero apenas lo hice, se abrió. En el interior había una especie de papiro blanco. Mientras desenrollaba el papel, el cyborg-pato me decía: “La teoría de los humanos que me enviaron será que, quizás, con esta informasión se pueda prevenir la desaparición de los patos.” ¿Por qué este mensaje me llegó a mí? Me cuestioné. “¿Por qué yo?” El patito me miró unos segundos antes de contestar. “Fui enviado a esta ubicación exacta, en este precisa hora… por tus descendientes.” 

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